Cultivo de Phalaenopsis y sus Hibridos



Generalidades:

Las Phalaenopsis híbridas son las orquídeas de interior más extendidas en Europa y América del Norte. Su popularidad viene de su gran adaptabilidad, que les permite crecer con las condiciones que tenemos en nuestras casas.

Desde hace algunos años, esta orquídea se produce en masa en los orquidarios. Por consiguiente, las phalaenopsis híbridas son pues, muy fáciles de conseguir a un precio bajo en los centros de jardinería y grandes superficies. De cultivo fácil, bella y barata, la phalaenopsis está considerada como muy buena para los principiantes. Así y todo, tiene su sitio en la colección de los orquideófilos, que aprecian su floración muy larga y de una gran belleza. Algunos la prefieren más que a ninguna otra orquídea, lo que les lleva a interesarse sobre el cultivo, más delicado, de las phalaenopsis especie…

En esta ficha sin embargo, me limitaré a informar sobre las condiciones de cultivo de las phalaenopsis híbridas, fáciles de encontrar en centros de jardinería y grandes superficies. La flor, tiene la forma en general de una mariposa con las alas abiertas (en inglés, a la phalaenopsis se la llama “mot orchid”, que significa “orquídea mariposa de noche”). El color de la flor se declina hacia el infinito, partiendo del blanco puro hasta tener todos los colores del arco iris. Estas orquídeas florecen generalmente en invierno y la floración puede durar varios meses.

Las phalaenopsis son orquídeas monopodiales, es decir, que las nuevas hojas aparecen en el corazón de las viejas formando así una especie de mata única. Las hojas son generalmente de color uniforme y gruesas. Las raíces son muy gruesas y relativamente rígidas, lo que les vuelve particularmente fáciles de romper, sobre todo cuando están secas. Crecen regularmente fuera de la maceta, lo que es normal (no hace falta cortarlas).

Luz


Muchas veces se escucha decir que las phalaenopsis son plantas de sombra. Eso es verdad en su país de origen (por ejemplo, en Filipinas), pero en nuestras latitudes, donde el sol es más suave, las phalaenopsis necesitan una luz relativamente alta para que puedan florecer bien.

De Octubre a Abril: Poner la planta a menos de 50 cm de una ventana con buena luz, de 2 a 4h. de sol directo cada día.

De Mayo a Septiembre: Mismo emplazamiento, pero evitando el sol directo entre las 10:00 y las 16:00, que podría quemar las hojas. Una cortina ligera, que tamiza la luz, puede ser suficiente para suministrarle la sombra necesaria.

Temperatura:

La mayoría de las phalaenopsis son orquídeas de clima templado: Las temperaturas ideales son de 25 a 30ºC durante el día y de 18 a 25ºC durante la noche.

Los híbridos pueden eventualmente adaptarse a temperaturas más frescas por un corto período (sin descender menos de 15ºC) con la condición de que el sustrato se mantenga seco. La planta, entra entonces, en reposo (deja de crecer), por lo que hay que dejar secar el sustrato muy bien entre los riegos y no fertilizarlo.

Riegos:

Para las phalaenopsis en maceta se puede utilizar agua del grifo medianamente calcárea a temperatura ambiente. Si el agua del grifo es muy calcárea se puede filtrarla con una jarra Brita o mezclarla mitad y mitad con agua embotellada poco mineralizada (menos de 50 ppm o mg/l de residuo seco).

Regar demasiado, una y otra vez, es la manera más fácil de provocar la muerte precoz de una phalaenopsis. Hay que regarla abundantemente, empapando bien el sustrato pero seguidamente necesita que escurra bien y el sustrato se debe secar casi completamente antes del siguiente riego. El sustrato nunca debe estar saturado de agua, lo que le llevaría a la pudrición de las raíces. La mejor manera para el riego, es por inmersión, introduciendo la maceta en un cubo con agua y dejándolo allí por una período aproximado de unos 20/30 minutos.

Atención, algunas phalaenopsis que venden, vienen en un sustrato a base de turba, que es muy delicada para regar para los principiantes (retiene mucha más agua que un sustrato a base de corteza de pino). Tan pronto como sea posible, cambiarle el sustrato.


Abono:

Las phalaenopsis son relativamente golosas en cuanto al abono comparando con otras orquídeas. Sin embargo, sus necesidades, no son las mismas que de una planta verde común: Un abono demasiado concentrado puede gravemente dañar las raíces. Por lo que habrá que abonar con dosis pequeñas, pero regularmente.

Cuando la planta está creciendo (desarrollo de hojas, raíces o flores), fertilizar con cada riego con un abono para plantas verdes a la ½ o ¼ dosis que la recomendada por el fabricante. No abonar cuando la planta está en reposo (no tiene síntomas de crecimiento activo).

Sustrato y Transplante:

Se transplanta cuando el sustrato está demasiado descompuesto (las cortezas de pino de la maceta están desmenuzadas y retienen cada vez más agua). Preferiblemente lo haremos, en el momento de la aparición de nuevas raíces en la base de la planta. Ojo, nunca transplantarlo en sustrato para plantas verdes: este sustrato no es apto para orquídeas. La tierra especial para orquídeas que venden en centros de jardinería es igualmente desaconsejado para los principiantes pues es un poco delicado para regar las orquídeas convenientemente (a parte de corteza de pino, también trae turba)

Las phalaenopsis adoran un sustrato que drene bien, por ejemplo cortezas de pino de calibre 1 – 1,5 cm. Si domina bien los riegos, puede añadir de 20 a 30% de musgo de esfagno desmenuzado o turba rubia para un mejor crecimiento. Elegir una maceta lo suficientemente grande para contener las raíces de la planta.

Las phalaenopsis híbridas pueden igualmente cultivarse en semi-hidroponia. En este caso, pueden estar años en la misma maceta sin tener necesidad de transplante. Por el contrario, hay que esperar a la aparición de nuevas raíces en la base de la planta para efectuar el paso al cultivo en semi-hidroponia.

Floración:

Las plantas maduras y con buena salud, florecen generalmente sin hacerles nada, con la condición de que reciban suficiente luz. En otoño e invierno, las phalaenopsis aprecian algunas horas de sol directo cada día, lo que estimula la floración.

Las nuevas varas florales aparecen sobre el tronco de la planta, entre las hojas y sobre el mismo plano vertical que la nervadura de las últimas. Se forman generalmente en el otoño o en el transcurso del invierno.


Se lee algunas veces que es necesario someter las phalaenopsis a temperaturas nocturnas inferiores a 18ºC para iniciar la floración. Esta práctica de “terapia de frío” nocturna se ha comprobado, sin embargo, completamente inútil e incluso peligrosa pues debilita a la planta. En los invernaderos de producción en masa de phalaenopsis, la floración se inicia con una temperatura diurna de 23/25ºC asociada a una luz fuerte, con una temperatura nocturna del orden de 18/20ºC. 

Las varas aparecen por sí solas con la condición de que la planta tenga suficiente luz y que la temperatura no pase de los 28-29ºC. Si su planta con 6 hojas o más, crece bien y no florece, en 9 de cada 10 casos, seguro que es debido a una falta de luz, y obligarla a pasar frío nocturno no cambiará absolutamente en nada.

Algunas Phalaenopsis pueden florecer varias veces sobre la misma vara floral. Si su planta es fuerte (al menos 3 pares de hojas adultas) y tiene buena salud, puede dejar la vara floral en su sitio después de la floración (sobre todo sin cortarla de ninguna manera). En algunos casos, la vara formará ramificaciones que podrían florecer de nuevo. Sin embargo, esto no es nada sistemático. En otros casos, la vara se seca por sí sola y no habrá más que cortarla a ras en la base.

Si su planta es joven o débil (menos de 3 pares de hojas adultas) es más sabio cortar la vara desde la base, después del fin de la floración: Esto permitirá a la planta dedicarse a formar nuevas hojas y raíces y prepararse para la siguiente floración que será más bella.